Oliendo voy oliendo vengo vengo (Tales of a porter 1º)
Denso como la lava, el aire quemaba mis fosas nasales y era analizado a gritos, cada vez mas fuertes, por mi pituitaria. Me estaba acercando. Cuando las arcadas fueron casi incontenibles supe que habia dado con la raiz del problema, el sanctasanctorum de la Pestilencia misma...¡aquella esquina olia a mierda pura! No, no a mierda. Apestaba como si algo o alguien hubiera resbalado, muerto y podrido en aquel lugar.
Pero había algo mas, algo oculto en la nauseabundidad mas nauseabunda que solo puede encontrarse en los quesos franceses (y en los franceses mismos).
Era como si al cadaver putrefacto, ademas, le olieran los pies.
Pero "eau d' pezuñé" aparte, el problema mayor era que el susodicho tufo no estaba alli cuando yo habia llegado. Mi primer impulso habia sido hacerme un autoreconocimiento olfativo, brevemente interrumpido por la atonita mirada de una vecina, que no debia estar acostumbrada a que la gente se esnifase las zarpas. En cualquier caso, el origen de tan embriagador aroma habia resultado ser ajeno a mi.
La pista crucial para resolver el misterio me la dio una de las propias vecinas, a la cual pregunte que si olia algo extraño en aquella zona. Ella me respondia que a lejia. Por supuesto la pista fue crucial porque no encajaba en ninguna de mis hipotesis (la mayor parte de las cuales incluian un fiambre, todo sea dicho), asi que llame a mi madre para que me lo confirmara.
Al parecer, y en la medida en que me fue posible entender la explicacion, que escapaba a mis conocimientos sobre quimica aplicada a las labores domesticas, el agua que habia usado para fregar tenia lejia que se habia descompuesto / oxidado / estropeado / jodido al estar al aire durante bastante tiempo, y al mezclarlo con el jabon y con la fregona, habia empezado a apestar.
En ese momento empece a preguntarme hasta que punto habia sido buena idea volver a fregar aquel suelo para intentar quitar el olor....
Aun asi, no estando yo contento con la explicacion y fiandome mas de mis sentidos que me decian que la lejia no podia oler tan mal, me servi de una fregona para hacer una ultima prueba empirica. Me la plante en la cara y respire hondo para captar cualquier resto de matiz parecido al olor que habia en el suelo. Se podria decir que capte muchos matices, aunque es solo una conjetura porque en aquellos momentos me intentaba concentrar en que la habitacion dejara de dar vueltas.
Corroborada la teoria de la lejia, pase a esperar pacientemente en la silla del portero a que se me pasara la jaqueca.
Pero había algo mas, algo oculto en la nauseabundidad mas nauseabunda que solo puede encontrarse en los quesos franceses (y en los franceses mismos).
Era como si al cadaver putrefacto, ademas, le olieran los pies.
Pero "eau d' pezuñé" aparte, el problema mayor era que el susodicho tufo no estaba alli cuando yo habia llegado. Mi primer impulso habia sido hacerme un autoreconocimiento olfativo, brevemente interrumpido por la atonita mirada de una vecina, que no debia estar acostumbrada a que la gente se esnifase las zarpas. En cualquier caso, el origen de tan embriagador aroma habia resultado ser ajeno a mi.
La pista crucial para resolver el misterio me la dio una de las propias vecinas, a la cual pregunte que si olia algo extraño en aquella zona. Ella me respondia que a lejia. Por supuesto la pista fue crucial porque no encajaba en ninguna de mis hipotesis (la mayor parte de las cuales incluian un fiambre, todo sea dicho), asi que llame a mi madre para que me lo confirmara.
Al parecer, y en la medida en que me fue posible entender la explicacion, que escapaba a mis conocimientos sobre quimica aplicada a las labores domesticas, el agua que habia usado para fregar tenia lejia que se habia descompuesto / oxidado / estropeado / jodido al estar al aire durante bastante tiempo, y al mezclarlo con el jabon y con la fregona, habia empezado a apestar.
En ese momento empece a preguntarme hasta que punto habia sido buena idea volver a fregar aquel suelo para intentar quitar el olor....
Aun asi, no estando yo contento con la explicacion y fiandome mas de mis sentidos que me decian que la lejia no podia oler tan mal, me servi de una fregona para hacer una ultima prueba empirica. Me la plante en la cara y respire hondo para captar cualquier resto de matiz parecido al olor que habia en el suelo. Se podria decir que capte muchos matices, aunque es solo una conjetura porque en aquellos momentos me intentaba concentrar en que la habitacion dejara de dar vueltas.
Corroborada la teoria de la lejia, pase a esperar pacientemente en la silla del portero a que se me pasara la jaqueca.
(TO BE CONTINUED...)
PD: Proximamente en el blog ----> Si dos transistores Schottky unidos en colector comun cambian simultaneamente a un estado de cuasi saturacion ¿que es una salida totem-pole? <---- Reflexion terapeutica sobre los efectos del estudio de Tecnologia de Computadores en un individuo sano.
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