El simpatico (Tales of a porter 2º)

Otra muesca más en las patas de la comoda hicieron que el obrero por fin se diera por vencido. Otro dia mas en el que las leyes de la fisica salian victoriosas y se cumplian con exasperante exactitud en mi porteria. Y es que aquel mueble de metro diez de alto jamas habria podido atravesar aquella puerta de de un metro de ancho...al menos no tumbado, aunque me abstuve de decirselo pese a mi humor. Y es que llevaban tres dias de mudanza y el dia anterior ya habia tenido el placer de reencontrarme con el vecino "simpatico".
Le habia oido llegar desde lejos, gritandoles incoherencias varias a los obreros, entre las cuales se encontraba con cierta recurrencia el que no podian usar los dos ascensores. Cualquiera que lea esto podria pensar que solo hay dos ascensores, pero no, lo bueno es que hay tres, separados entre si escasamente 5 metros. Al parecer, recorrer diez metros de ida y vuelta al otro ascensor o esperar a que los obreros liberaran uno de los ascensores tomados como rehenes (por el tono que utilizaba el buen señor uno diria que es que no solo los habian secuestrado vilmente, sino que ademas los sometian a innombrables torturas), eran trabajos demasiado arduos para el becerro aquel.
Sin embargo lo mejor del "simpatico" es que es inasequible al desaliento, y, no contento con explicarles su punto de vista a los obreros a un volumen que rebasaba ampliamente el maximo legal para discotecas, vino directo hacia mi y me espeto que como no se lo habia dicho yo antes a los obreros, y que, y cito: "hiciera el favor de decirselo". Aquel gorrino antropomorfo debia creerse que los obreros solo entendian un idioma secreto suyo. No se mucho sobre obreros, pero en lo que a mi respecta, entienden perfectamente el castellano, y solo usan un dialecto especial en rituales de apareamiento al aire libre, asi que no habia necesidad de repetirselo.
Pero a lo que ibamos. Tenia a aquel imbecil de rostro porcino mirandome como si esperara que un rayo de ira divina pura arrasara a los obreros y mandara sus impias almas al infierno del que provenian. Yo basicamente tenia muy pocas ganas de discutir, menos aun de levantarme, y menos si cabia de aguantar despues a los obreros, asi que le dije que si, que ahora mismo y mire a los obreros, los cuales tenian una cara de afectados por el discurso del cretino aquel que estaban a puntito de echarse a llorar.
Debio pensarse que acto seguido sacaria una lanza medieval y empalaria a los currantes, porque, satisfecho, se marcho por la puerta casi con paso danzarin.
En cuanto se fue, volvi a mirar a los obreros y rematando el mutis del "simpatico", resumi la opinion de los tres presentes en un sencillo "vaya gilipollas" mientras los obreros asentian.
Pero eso habia sido el dia anterior, hoy se afanaban en terminar de sacar los muebles de la señora del tercero por una puerta obstinada que preferia recibir mil y un golpes a ensancharse aunque fuera un palmo. Y tras dos ascensores llenos y sendos suelos recien fregados pisoteados, llenaron el camion de mudanzas por tercera vez en lo que iba de mañana y se lo llevaron de paseo. Lo logico es que no hubiera habido ningun problema, y asi fue...si no fuera por el insignifcante detalle de que poco despues llego el propietario de los muebles y vino directamente a preguntarme si habia visto a los transportistas, porque lo que era el, que les estaba esperando en la casa de destino, al otro lado de la manzana, ni los habia olido. A dia de hoy todavia sigo sin saber donde narices terminaron tres camiones llenos muebles, y lo que es mas extraño todavia, por que, si llevaban toda la mañana sacando trastos del portal y del piso, el legitimo dueño no se habia percatado de que le faltaban dos camiones enteros antes de venir cuando ya habia salido el ultimo.

(TO BE CONTINUED...)

PD: Proximamente en el blog -----> ¿Por que la zona para firmar el reverso de las tarjetas es tan estrecha? VS ¿Por que las fotos de fotomaton siempre sacan lo peor de uno mismo? <----- Reflexion y refraccion sobre formularios por triplicado, firmas, iniciales, fotocopias de carnets, fotos a color y otros incomodos inventos de la burocracia como tribu urbana.