Las plantas (Tales of a porter 3º)

Alli estaban. Como un mar esmeralda. Como un ejercito silencioso e inmovil. Como un lapicero color verde...(si, ¿que pasa?¿que tu nunca te quedas sin comparaciones rebuscadas? cagonto...).

Las plantas. Mis archienemigas. Martires de una guerra santa destinada al olvido, con el unico objetivo de amargarme la existencia. Putas plantas.

No hacia ni una semana que me habian plantado en el portal (nunca mejor dicho) un pedacito de la selva amazonica con helechos incluidos. Habia sido una ancianita muy amable que ademas me habia regalado una botella de aceite para ensaldas de la fabrica de su hijo. Una ancianita de esas adorables que me dijo que cuidara de sus plantas porque eran lo que mas queria en el mundo y tenian un gran valor sentimental para ella...Estaba claro que la pobre anciana debia estar senil para darme a mi las plantas, porque soy su enemigo publico numero uno (sin ir mas lejos las plantas que mi madre ha puesto en el alfeizar de mi ventana son cactus...), pero problemas mentales aparte, habia resaltado de manera energica que no queria que les pasara nada a las plantas mientras ella terminaba con la mudanza (ver post un poco mas abajo).

Como yo habia tenido claro desde el principio, aquellos vegetales estaban condenados, lo cual no quita para que yo me desviviera por ellos, lo cual incluia preguntar a todo el mundo que pasaba si sabian algo de jardineria. Mi encuesta llego a su fin cuando la unica persona que dijo que sabia de botanica me dijo muy seria señalando al helecho "esa no necesita casi agua"...sin comentarios.

Viendo que por desgracia yo era el mas cualificado para la tarea, regue y regue y regue hasta que las plantas decian blopita blopita blopita, pero ellas tenian las de ganar desde el principio, ajandose y secandose y al mismo tiempo nadando en abundancia.

Por primera vez, la porteria presentaba un reto irresoluble (o insoluble, porque con la cantidad de agua que les eche aquellas plantas ya tendrian que haberse disuelto). Pero mis problemas con aquellos engendros mudos no terminaban ahi.

En el sexto piso habia mas. Ansiosos de agua (nos ha jodido, los habian puesto frente a la unica ventana a la que le daba el sol desde las 9 hasta las 3), marchitandose a pasos agigantados. Y yo no podia hacer nada, NO PODIA HACER NADA !!!!....asi que no hice nada, y deje que aquellas malditos entes se pudrieran. A la viejecita le aparte sus plantas de la masacre y use mis contactos para mantener en buen cuidado esos tallos malevolos, y luego llego el portero y el problema fue suyo (que merecido se lo tiene por estafarme 95 euros).

Pero aun tengo pesadillas con aquellos vegetales desagradecidos...

(TO BE CONTINUED...)

PD: Proximamente en el blog ---->Porque he tardado casi un mes en actualizar el blog? <---- Reflexion y estiramiento sobre la falta de asuntos personales que postear durante las epocas de examenes.